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martes, 4 de junio de 2013

LA IMPORTANCIA DE LAS BIBLIOTECAS EN LA VIDA COTIDIANA

60 ANIVERSARIO DE LA BIBLIOTECA ENRIQUE FERNÁNDEZ LEDESMA
LA IMPORTANCIA DE LAS BIBLIOTECAS EN LA VIDA COTIDIANA

Ricardo Esquer

A lo largo de la historia, las bibliotecas en general han cumplido una función fundamental en la preservación de información y conocimientos generados por mujeres y hombres de otras épocas y lugares. Gracias a ellas, conocemos las ideas, sentimientos y aspiraciones de nuestros antepasados, plasmados en libros, rollos o cualquier otra forma de registro que, a pesar de la fragilidad del material con que están hechos, aspira a la permanencia. Nadie dudaría en reconocer la importancia de las bibliotecas en la preservación de nuestra memoria y nuestros saberes.
Aun así es necesario proclamar una y otra vez que el esfuerzo de crear y mantener vivos los acervos bibliográficos resulta más benéfico que perjudicial para todos nosotros. Y de paso añadir algunas reflexiones sobre la importancia de las bibliotecas públicas en nuestra vida cotidiana.
Para hablar de algo tan importante como las bibliotecas públicas, conviene antes mirar fugazmente nuestra cotidianidad y preguntarnos qué hemos visto.
El mundo de todos los días ya no es un lugar tan seguro como suponíamos desde nuestra butaca de espectadores ya no tan a salvo porque crean estar fuera de la pantalla o página impresa. Los desastres pueden ocurrir en cualquier momento y en cualquier lugar. De nada sirve declararnos apacibles provincianos; el más apartado paraje será alcanzado por la destrucción.
Y después de pensarlo tanto como seamos capaces de hacerlo, caemos en la cuenta de que eso que llamamos la vida cotidiana existe solo en la vitrina esterilizada de los promedios estadísticos, que por mucha luz que arrojen sobre esto y aquello se trata de una luz artificial.
Si la vida en general, por decirlo así, es algo que ocurre dentro y fuera de nosotros, la vida cotidiana está fabricada con una parte de fibras naturales y una o más de fibras sintéticas, elaboradas con lo que cada uno de nosotros tiene por dentro: sombras y luces, deseos y temores, ambiciones y renuncias motivadas y arbitrarias, absurdas: vida interna, la más singular de las formas de vida.
Por lo tanto, entiendo aquí la vida cotidiana como algo que en buena medida nos inventamos, para bien o para mal, dentro de un ciclo que convencionalmente decimos que comienza al despertar y concluye cuando conciliamos el sueño, pero que definitivamente incluye el sueño o pesadilla de cada noche.
Se trata de una definición provisional y, para los fines específicos de esta charla, conviene distinguir entre los diversos niveles en que opera, desde lo individual a lo colectivo, pasando por la pareja, la familia, los amigos y todos los grupos sociales existentes. La vida cotidiana es algo que compartimos de diferentes formas, en diversos niveles y con múltiples grupos. El hecho de compartirlo hace de lo cotidiano algo más o menos real y más o menos imaginario, sin que haya una frontera fija entre esto y aquello.
Pues bien: al ser los lugares donde se preservan materiales para la lectura, al menos en el caso de la lectura por placer las bibliotecas tienen mucho que ver con lo flexible del límite entre imaginación y realidad.
Si leer es sustituir una serie de signos impresos por una serie de imágenes, el placer de la lectura nace de la sustitución de las palabras escritas por realidades libres del vínculo con lo verdadero o lo falso. Por eso la importancia de cualquier biblioteca consiste en que el material que contienen sea leído y no solo preservado en estantes donde reinan el orden y la asepsia. En el caso de las bibliotecas públicas, esto es más cierto todavía, porque están hechas para que cualquier ciudadano tenga acceso al placer de la lectura.
Surgen entonces los cuestionamientos ¿hasta dónde es cierto lo anterior?, ¿cómo saber si las bibliotecas públicas tienen importancia en nuestra vida cotidiana?, ¿de qué información disponemos para hablar del asunto con fundamentos firmes? A pesar de lo dicho sobre la luz artificial de las cifras estadísticas, aquí pueden ser útiles los resultados de la Encuesta Nacional de hábitos, prácticas y consumos culturales elaborada por el Conaculta en 2010.
Según esta encuesta, hay más población que nunca ha visitado una biblioteca que población que lo ha hecho, tanto en nuestro estado como en el ámbito nacional, aunque estamos muy por debajo del promedio general, pues mientras aquí es de casi 36%, en el país es de 55 por ciento.
Cuadro 1
¿Alguna vez usted ha ido a una biblioteca?
No
No recuerda
No contesta
Aguascalientes
35.9
63.4
0.3
0.3
EUM
55
43
1
1

Sin embargo, en Aguascalientes, 7 de cada 10 personas que alguna vez en su vida han ido a alguna biblioteca entraron a una biblioteca pública, por encima del mismo indicador en el nivel nacional, que es de 5 por cada 10 personas. Les siguen en frecuencia las bibliotecas escolares (34.66% en el estado, 39% nacional) y las universitarias (16.66% estatal, 7% nacional).[1]
Cuadro 2
¿A qué clase de biblioteca fue? (Sólo los que contestaron que sí han ido a una biblioteca (23%))
Pública
Escolar
Universitaria
Especializada
No contesta
Aguascalientes
73.72
34.66
16.66
2.63
0.26
EUM
51
39
7
2
1

En cuanto a los motivos para visitar una biblioteca, de la población que respondió que sí ha ido a una (23%), 65.32% de los aguascalentenses lo hacen para buscar información o investigar para la escuela y apenas 17.02% para leer en sus tiempos libres, contra 62% y 3% en el nivel nacional, respectivamente. Es decir, la frecuencia de la lectura por placer está por debajo de la que tiene como objetivo buscar información para el trabajo (19.23% estatal y 13% nacional) y el estudio (23.69% estatal y 9% nacional).



Cuadro 3
En su opinión, ¿cuál es el principal motivo por el que va a una biblioteca? [Sólo los que contestaron que sí han ido a una biblioteca (23%)]
Buscar información o investigar para la escuela
Para leer en mis tiempos libres
Buscar información para el trabajo
Para estudiar
Acompañante
No contesta
Porque trabaja ahí
Aguascalientes
65.32
17.02
19.23
23.69
0
0.6
0.33
EUM
62
3
13
9
1
2
0

Pero si preguntamos por qué la gente no va a las bibliotecas, la mayoría (39.4%) de los que en Aguascalientes respondieron que no han ido a una (43%) dijo que no tiene tiempo, mientras que en el DF este porcentaje fue de 32 por ciento.
Cuadro 4
Cuál es la razón por la que no va a una biblioteca? (Sólo los que contestaron que no han ido a una biblioteca (43%))
No tiene tiempo
No le gusta leer / no le llama la atención
Están muy lejos
Prefiere conseguir libros por otros medios
No sabe dónde están, no las conoce
No sabe leer ni escribir
No encuentra los libros que le interesan
Problemas de salud o discapacidad
No tienen buen servicio
El horario no les conviene
No contestó
No las ocupa
Leo en casa
No le interesa
No tiene algún motivo para ir
Aguascalientes
39.42
32.09
4.95
10.44
2.09
0.36
2.37
2.44
0.28
0.16
0
1.27
0.45
0.15
0.14
EUM
32
28
10
7
6
5
5
3
1
1
2
0
0
0
0

Aunque es muy cuestionable la medición del perfil lector con base en la lectura de libros, en detrimento de la lectura de otro tipo de materiales impresos, como revistas, periódicos o folletos, a la pregunta sobre sus motivaciones para leer un libro, 69% de los lectores aguascalentenses declararon que lo hacen porque les atrae el tema, 27.22% por recomendación de amistades o familiares y 25.07% para entretenerse. En el ámbito nacional, estos porcentajes son 58%, 8% y 7%, respectivamente. Es decir, aquí leemos más por entretenimiento que en el promedio nacional.
Cuadro 5
¿Cuál es el principal motivo por el que usted lee un libro? (Sólo los que contestaron que han leído al menos un libro (27%))
Porque le atrae el tema
Porque le atrae el título
Porque se lo recomendó un amigo o familiar
Para entretenerse
Para hacer una tarea escolar
Porque le gusta el autor
Por motivos del trabajo
Por anuncios en medios
No sabe
No contesta
Aguascalientes
69
20.4
27.22
25.07
7.09
15.12
2.62
2.72
0.28
0.34
EUM
58
11
8
7
5
5
2
1
1
2

Por último, al indagar sobre el origen de los libros leídos en el último año, 60% de los lectores de nuestro estado los compraron y la mitad de ese porcentaje los obtuvo prestados por una biblioteca, mientras que en el orden nacional esos porcentajes fueron de 59% y 20% respectivamente. En cambio, prestamos y regalamos menos libros que en el promedio nacional: 15% en el estado para ambos conceptos contra 36% de libros prestados y 20% de libros regalados en lo nacional.
Cuadro 6
¿Los libros que leyó en los últimos doce meses fueron (…)?
Comprados
Prestados por un amigo o familiar
Regalados
Prestados por una biblioteca
Fotocopiados
Obtenidos de internet gratuitamente en archivo digital
Aguascalientes
60
15
15
30
5
4
No
36
80
80
65
90
80
EUM
59
36
20
20
7
7
No
39
60
75
77
89
89

Saliendo de las higiénicas vitrinas estadísticas, cabe hacer las siguientes consideraciones:
·         La lectura no cambia la realidad cotidiana en sí: solamente transforma la manera de entenderla, sentirla y vivirla.
·         Hacer que las bibliotecas públicas formen parte de nuestra vida diaria implica adquirir varios hábitos: la lectura, la convivencia, el uso de infraestructura cultural, etcétera.
·         Es importante que las bibliotecas públicas se actualicen, tanto en sus acervos como en sus sistemas e instalaciones.
·         Esto requiere de una política firme en su determinación de apoyar el hábito de la lectura entre la población en general.
·         Pero también son importantes los públicos específicos: niños, jóvenes, viejos, amas de casa, profesionistas, deportistas, personas con discapacidad, cinéfilos, melómanos, ajedrecistas y jugadores de maratón, sin olvidar a los cibernautas y usuarios de las TICs.
·         Las bibliotecas pueden tener un destino más amplio que la realización de tareas escolares: la lectura por placer, más libre que la lectura obligatoria por el estudio o el trabajo.
·         Las bibliotecas públicas están para que podamos disfrutar el placer de la lectura, sin costo alguno, salvo el tiempo para el trámite de la credencial, primero, y para leer, después.
·         Otros servicios de las bibliotecas públicas amplían la experiencia de la lectura: talleres, video, conferencias como esta, etcétera.
·         La lectura sigue siendo la actividad central de las bibliotecas, en torno de la que gira el trabajo de preservar el material, organizar su préstamo y hacer reparaciones si se daña.
Después de seis décadas de trabajo constante, resulta difícil negar la importancia de la biblioteca Enrique Fernández Ledesma en la vida cotidiana de varias generaciones de aguascalentenses que alguna vez la visitaron para hacer tareas escolares o encontrar entre sus muros el rincón más adecuado para la aventura mágica de la lectura.



[1] Los porcentajes estatales no suman 100% porque la respuesta es múltiple, a diferencia del ámbito nacional, donde al parecer solamente hubo una respuesta.

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