60 ANIVERSARIO DE LA BIBLIOTECA ENRIQUE FERNÁNDEZ LEDESMA
LA IMPORTANCIA DE LAS BIBLIOTECAS EN LA VIDA COTIDIANA
Ricardo Esquer
A lo largo de la historia, las bibliotecas en general han cumplido una
función fundamental en la preservación de información y conocimientos generados
por mujeres y hombres de otras épocas y lugares. Gracias a ellas, conocemos las
ideas, sentimientos y aspiraciones de nuestros antepasados, plasmados en
libros, rollos o cualquier otra forma de registro que, a pesar de la fragilidad
del material con que están hechos, aspira a la permanencia. Nadie dudaría en
reconocer la importancia de las bibliotecas en la preservación de nuestra
memoria y nuestros saberes.
Aun así es necesario proclamar una y otra vez que el esfuerzo de crear
y mantener vivos los acervos bibliográficos resulta más benéfico que
perjudicial para todos nosotros. Y de paso añadir algunas reflexiones sobre la
importancia de las bibliotecas públicas en nuestra vida cotidiana.
Para hablar de algo tan importante como las bibliotecas públicas,
conviene antes mirar fugazmente nuestra cotidianidad y preguntarnos qué hemos
visto.
El mundo de todos los días ya no es un lugar tan seguro como suponíamos
desde nuestra butaca de espectadores ya no tan a salvo porque crean estar fuera
de la pantalla o página impresa. Los desastres pueden ocurrir en cualquier
momento y en cualquier lugar. De nada sirve declararnos apacibles provincianos;
el más apartado paraje será alcanzado por la destrucción.
Y después de pensarlo tanto como seamos capaces de hacerlo, caemos en
la cuenta de que eso que llamamos la vida cotidiana existe solo en la vitrina
esterilizada de los promedios estadísticos, que por mucha luz que arrojen sobre
esto y aquello se trata de una luz artificial.
Si la vida en general, por decirlo así, es algo que ocurre dentro y
fuera de nosotros, la vida cotidiana está fabricada con una parte de fibras
naturales y una o más de fibras sintéticas, elaboradas con lo que cada uno de
nosotros tiene por dentro: sombras y luces, deseos y temores, ambiciones y
renuncias motivadas y arbitrarias, absurdas: vida interna, la más singular de
las formas de vida.
Por lo tanto, entiendo aquí la vida cotidiana como algo que en buena
medida nos inventamos, para bien o para mal, dentro de un ciclo que convencionalmente
decimos que comienza al despertar y concluye cuando conciliamos el sueño, pero que
definitivamente incluye el sueño o pesadilla de cada noche.
Se trata de una definición provisional y, para los fines específicos de
esta charla, conviene distinguir entre los diversos niveles en que opera, desde
lo individual a lo colectivo, pasando por la pareja, la familia, los amigos y
todos los grupos sociales existentes. La vida cotidiana es algo que compartimos
de diferentes formas, en diversos niveles y con múltiples grupos. El hecho de
compartirlo hace de lo cotidiano algo más o menos real y más o menos
imaginario, sin que haya una frontera fija entre esto y aquello.
Pues bien: al ser los lugares donde se preservan materiales para la
lectura, al menos en el caso de la lectura por placer las bibliotecas tienen
mucho que ver con lo flexible del límite entre imaginación y realidad.
Si leer es sustituir una serie de signos impresos por una serie de
imágenes, el placer de la lectura nace de la sustitución de las palabras escritas
por realidades libres del vínculo con lo verdadero o lo falso. Por eso la
importancia de cualquier biblioteca consiste en que el material que contienen
sea leído y no solo preservado en estantes donde reinan el orden y la asepsia. En
el caso de las bibliotecas públicas, esto es más cierto todavía, porque están
hechas para que cualquier ciudadano tenga acceso al placer de la lectura.
Surgen entonces los cuestionamientos ¿hasta dónde es cierto lo
anterior?, ¿cómo saber si las bibliotecas públicas tienen importancia en
nuestra vida cotidiana?, ¿de qué información disponemos para hablar del asunto con
fundamentos firmes? A pesar de lo dicho sobre la luz artificial de las cifras
estadísticas, aquí pueden ser útiles los resultados de la Encuesta Nacional de
hábitos, prácticas y consumos culturales elaborada por el Conaculta en 2010.
Según esta encuesta, hay más población que nunca ha visitado una
biblioteca que población que lo ha hecho, tanto en nuestro estado como en el
ámbito nacional, aunque estamos muy por debajo del promedio general, pues
mientras aquí es de casi 36%, en el país es de 55 por ciento.
Cuadro 1
¿Alguna vez usted ha ido a una biblioteca?
|
Sí
|
No
|
No recuerda
|
No contesta
|
Aguascalientes
|
35.9
|
63.4
|
0.3
|
0.3
|
EUM
|
55
|
43
|
1
|
1
|
Sin embargo, en Aguascalientes, 7 de cada 10 personas que alguna vez en
su vida han ido a alguna biblioteca entraron a una biblioteca pública, por
encima del mismo indicador en el nivel nacional, que es de 5 por cada 10
personas. Les siguen en frecuencia las bibliotecas escolares (34.66% en el
estado, 39% nacional) y las universitarias (16.66% estatal, 7% nacional).
Cuadro 2
¿A qué clase
de biblioteca fue? (Sólo los que contestaron que sí han ido a una biblioteca
(23%))
|
Pública
|
Escolar
|
Universitaria
|
Especializada
|
No contesta
|
Aguascalientes
|
73.72
|
34.66
|
16.66
|
2.63
|
0.26
|
EUM
|
51
|
39
|
7
|
2
|
1
|
En cuanto a los motivos para visitar una biblioteca, de la población
que respondió que sí ha ido a una (23%), 65.32% de los aguascalentenses lo
hacen para buscar información o investigar para la escuela y apenas 17.02% para
leer en sus tiempos libres, contra 62% y 3% en el nivel nacional,
respectivamente. Es decir, la frecuencia de la lectura por placer está por
debajo de la que tiene como objetivo buscar información para el trabajo (19.23%
estatal y 13% nacional) y el estudio (23.69% estatal y 9% nacional).
Cuadro 3
En su opinión, ¿cuál es el principal motivo por el que va a una
biblioteca? [Sólo los que contestaron que sí han ido a una biblioteca (23%)]
|
Buscar información o investigar para la escuela
|
Para leer en mis tiempos libres
|
Buscar información para el trabajo
|
Para estudiar
|
Acompañante
|
No contesta
|
Porque trabaja ahí
|
Aguascalientes
|
65.32
|
17.02
|
19.23
|
23.69
|
0
|
0.6
|
0.33
|
EUM
|
62
|
3
|
13
|
9
|
1
|
2
|
0
|
Pero si preguntamos por qué la gente no va a las bibliotecas, la
mayoría (39.4%) de los que en Aguascalientes respondieron que no han ido a una
(43%) dijo que no tiene tiempo, mientras que en el DF este porcentaje fue de 32
por ciento.
Cuadro 4
Cuál es la razón por la que no va a
una biblioteca? (Sólo los que contestaron que no han ido a una biblioteca
(43%))
|
No tiene tiempo
|
No le gusta leer / no le llama la
atención
|
Están muy lejos
|
Prefiere conseguir libros por otros
medios
|
No sabe dónde están, no las conoce
|
No sabe leer ni escribir
|
No encuentra los libros que le
interesan
|
Problemas de salud o discapacidad
|
No tienen buen servicio
|
El horario no les conviene
|
No contestó
|
No las ocupa
|
Leo en casa
|
No le interesa
|
No tiene algún motivo para ir
|
Aguascalientes
|
39.42
|
32.09
|
4.95
|
10.44
|
2.09
|
0.36
|
2.37
|
2.44
|
0.28
|
0.16
|
0
|
1.27
|
0.45
|
0.15
|
0.14
|
EUM
|
32
|
28
|
10
|
7
|
6
|
5
|
5
|
3
|
1
|
1
|
2
|
0
|
0
|
0
|
0
|
Aunque es muy cuestionable la medición del perfil lector con base en la
lectura de libros, en detrimento de la lectura de otro tipo de materiales
impresos, como revistas, periódicos o folletos, a la pregunta sobre sus
motivaciones para leer un libro, 69% de los lectores aguascalentenses declararon
que lo hacen porque les atrae el tema, 27.22% por recomendación de amistades o
familiares y 25.07% para entretenerse. En el ámbito nacional, estos porcentajes
son 58%, 8% y 7%, respectivamente. Es decir, aquí leemos más por entretenimiento
que en el promedio nacional.
Cuadro 5
¿Cuál es el principal motivo por el
que usted lee un libro? (Sólo los que contestaron que han leído al menos un
libro (27%))
|
Porque le atrae el tema
|
Porque le atrae el título
|
Porque se lo recomendó un amigo o
familiar
|
Para entretenerse
|
Para hacer una tarea escolar
|
Porque le gusta el autor
|
Por motivos del trabajo
|
Por anuncios en medios
|
No sabe
|
No contesta
|
Aguascalientes
|
69
|
20.4
|
27.22
|
25.07
|
7.09
|
15.12
|
2.62
|
2.72
|
0.28
|
0.34
|
EUM
|
58
|
11
|
8
|
7
|
5
|
5
|
2
|
1
|
1
|
2
|
Por último, al indagar sobre el origen de los libros leídos en el
último año, 60% de los lectores de nuestro estado los compraron y la mitad de
ese porcentaje los obtuvo prestados por una biblioteca, mientras que en el
orden nacional esos porcentajes fueron de 59% y 20% respectivamente. En cambio,
prestamos y regalamos menos libros que en el promedio nacional: 15% en el
estado para ambos conceptos contra 36% de libros prestados y 20% de libros
regalados en lo nacional.
Cuadro 6
¿Los libros que leyó en los últimos doce meses fueron (…)?
|
|
Comprados
|
Prestados por un amigo o familiar
|
Regalados
|
Prestados por una biblioteca
|
Fotocopiados
|
Obtenidos de internet gratuitamente en archivo digital
|
Aguascalientes
|
Sí
|
60
|
15
|
15
|
30
|
5
|
4
|
No
|
36
|
80
|
80
|
65
|
90
|
80
|
EUM
|
Sí
|
59
|
36
|
20
|
20
|
7
|
7
|
No
|
39
|
60
|
75
|
77
|
89
|
89
|
Saliendo de las higiénicas vitrinas estadísticas, cabe hacer las
siguientes consideraciones:
·
La lectura no cambia la realidad
cotidiana en sí: solamente transforma la manera de entenderla, sentirla y vivirla.
·
Hacer que las bibliotecas públicas
formen parte de nuestra vida diaria implica adquirir varios hábitos: la
lectura, la convivencia, el uso de infraestructura cultural, etcétera.
·
Es importante que las bibliotecas
públicas se actualicen, tanto en sus acervos como en sus sistemas e
instalaciones.
·
Esto requiere de una política
firme en su determinación de apoyar el hábito de la lectura entre la población
en general.
·
Pero también son importantes los
públicos específicos: niños, jóvenes, viejos, amas de casa, profesionistas,
deportistas, personas con discapacidad, cinéfilos, melómanos, ajedrecistas y
jugadores de maratón, sin olvidar a los cibernautas y usuarios de las TICs.
·
Las bibliotecas pueden tener un
destino más amplio que la realización de tareas escolares: la lectura por
placer, más libre que la lectura obligatoria por el estudio o el trabajo.
·
Las bibliotecas públicas están
para que podamos disfrutar el placer de la lectura, sin costo alguno, salvo el
tiempo para el trámite de la credencial, primero, y para leer, después.
·
Otros servicios de las bibliotecas
públicas amplían la experiencia de la lectura: talleres, video, conferencias
como esta, etcétera.
·
La lectura sigue siendo la
actividad central de las bibliotecas, en torno de la que gira el trabajo de
preservar el material, organizar su préstamo y hacer reparaciones si se daña.
Después de seis décadas de trabajo constante, resulta difícil negar la
importancia de la biblioteca Enrique Fernández Ledesma en la vida cotidiana de
varias generaciones de aguascalentenses que alguna vez la visitaron para hacer
tareas escolares o encontrar entre sus muros el rincón más adecuado para la
aventura mágica de la lectura.